Crea y gestiona tareas y eventos en un solo organizador
En Bordio sabemos que tu tiempo es valioso. Por eso reunimos tareas y eventos en un único planificador de tareas. Olvídate de cambiar entre distintas pantallas para descubrir qué tienes que hacer hoy.
Con todo en un mismo tablero, podrás ver de inmediato tu carga de trabajo total y organizarte mejor. Menos herramientas que actualizar significa menos posibilidades de olvidar una tarea importante o una reunión por pura confusión.
Ve exactamente lo que has logrado con las tareas completadas
Una de las ventajas del gestor de tareas de Bordio es que no oculta las tareas que ya has terminado. En su lugar, las mantiene en tu plan diario, resaltadas en gris. Así puedes ver claramente qué ya está hecho y, al mismo tiempo, tener una visión completa de tu carga de trabajo del día.
A menudo subestimamos todo lo que hemos hecho y solo nos exigimos más, lo que lleva al estrés y al agotamiento. Al llevar un registro visual de tus tareas completadas, te mantienes motivado para terminarlo todo. Y si notas que, día tras día, trabajas mucho pero siempre queda una parte importante sin terminar, podría ser una señal de que necesitas ajustar tus procesos.
Añade tareas y eventos recurrentes a tu planificador de tareas gratuito
Deja de añadir manualmente las mismas tareas y eventos una y otra vez. Crea elementos recurrentes y duerme tranquilo sabiendo que no olvidarás tus próximos compromisos.
Configúralos para que se repitan a diario o solo en días laborables. Programa eventos que se repitan cada semana, mes o año. Incluso puedes crear una tarea totalmente personalizada, por ejemplo, que se repita cada dos semanas los martes y jueves.
Añade tareas e ideas sin programar a la lista de espera
Cada vez que tengas una buena idea o recuerdes una tarea que no puedes empezar de inmediato, guárdala de forma segura en la lista de espera. Esta lista funciona como una segunda lista de tareas en Bordio, donde puedes colocar todo lo que no requiere acción inmediata.
Por ejemplo, imagina que, en pleno día de trabajo, recuerdas que querías aprender squash. En lugar de confiar en tu memoria para recordarlo más tarde, anótalo en la lista de espera y revísala cuando sea el momento. Así tu mente no se llena de mil tareas y recordatorios, y puedes concentrarte en lo urgente y prioritario.